Una de las leyendas urbanas más populares en la cultura Japonesa es la leyenda del malicioso espíritu Aka Manto (que significa Capa roja en japonés). Según cuenta las historias Aka Manto es un espíritu del más allá que gusta o prefiere aparecer en baños públicos siempre en el último retrete de la fila, aquel que desde hoy los niños japones procuraran evitar.
Cuenta la leyenda que el maléfico espíritu de Aka Manto perteneció a una mujer de singular belleza esta característica le acarreo más de un problema y se vio obligado a esconder su rostro del mundo tras una insípida mascará blanca; Una vida tortuosa le hizo jurar que tras su muerte se vengaría de todos por todo su sufrimiento.Esta leyenda es una de las más populares dentro de la cultura japonesa, por la misma verán que muchas mujeres no van al último retrete del baño de mujeres, solamente las ataca a ellas mientras están solas, por eso el hecho que siempre se van al baño acompañadas.
Aka Manto es una mujer muy bella que en vida fue acosada hasta la muerte, luego de eso pidió permiso para volver a la tierra y poder vengarse de todas las mujeres en el momento donde son más vulnerables y solas se encuentren, en el último retrete de los baños .
Tomando como base este escenario Aka Manto usa una larga capa roja y su inseparable mascara blanca y entonces cuando se está sentado solo en el retrete del último cubículo de la fila una siniestra voz, propia de un espíritu del mal, te preguntará:
“¿Quieres papel rojo o Azul?”
Sin importar la respuesta que ofrezca la victima escogida ha de sufrir una muerte horrible. Si la persona escoge el papel rojo el espíritu de Aka Manto se hará presente y desollará la espalda de la víctima con la intención de dejarla desangrarse pausadamente (de ahí la relación con el color rojo) si por otro lado la victima escoge el color azul sufrirá la lenta y dolorosa muerte por estrangulamiento (de ahí la relación con el color azul)
Pareciera que no hay manera de librarse, pero según lo que se dice, para que nada le ocurra a la persona lo que tiene que hacer es no elegir ningún color, solo así se iría el espíritu en busca de alguna otra persona para dañar. Otros sin embargo no lo recomiendan pues afirman que esto desata la furia de Aka Manto quien arrastrará el cuerpo aún con vida a las mismísimas fauces del infierno.
Esta leyenda cuenta también que a veces pregunta ella si se pondrán un chaleco rojo, en caso de que le respondan de manera positiva, lo que haría Aka Manto es quitarles toda la piel de la espalda y dejarla en carne viva.
Los primeros testimonios de la aparición de Aka Manto se ubican a principios del siglo pasado cerca del año 1935, desde donde circulaban pavorosas historias sobre una mujer vestida de rojo que se ocultaba en la primaria de Osaka. También se registran testimonios de la década de 1980 en varias lugares de Tokio, las historias de estas personas dieron como nacimiento el rumor que más tarde se convertiría en la leyenda de Aka Manto.
La historia de la conocida muñeca Okiku comenzó en 1918, cuando un joven de 17 años llamado Eikichi Suzuki compró una muñeca a su hermana Kikuko, de 2 años, como recuerdo durante su visita a la exposición marina de Saporro, en la isla japonesa de Hokkaidō. La muñeca media unos 40 cm de alto y vestía con un kimono tradicional japonés. Sus ojos parecían perlas negras dentro de una cara blanca de porcelana hiperrealista, y con un pelo negro hasta el hombro de corte tradicional. Eikichi inmediatamente supo que esa muñeca era para su hermana y cuando la vio la compró de inmediato.
Y así fue, la niña disfrutaba con su nueva muñeca, y jugaba con ella todos los días, incluso le puso un nombre, Okiku. Los dos eran inseparables, iban juntas a todas partes hasta que la tragedia llegó a la familia. La pequeña de la casa se puso muy enferma y murió al poco tiempo debido a complicaciones con la gripe y la fiebre. En memoria de su pequeña hija, la familia colocó su amada muñeca Okiku en un altar.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que la desconsolada familia comenzara a notar algo extraño en la casa. El pelo negro azabache de la muñeca, que había sido recortado hasta los hombros con un estilo tradicional, comenzó a crecer y a despeinarse misteriosamente. En poco tiempo, el pelo había crecido hasta las rodillas de la muñeca, lo que causó que la familia creyera que el espíritu de Kikuko estaba de alguna manera en la muñeca. Incluso cuando volvieron a cortar el pelo de la muñeca, este volvía a crecer inexplicablemente y siempre parándose en las rodillas.
Debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, la familia Suzuki decidió trasladarse a la Isla de Sajalín. Y aunque creían que el espíritu de su hija se encontraba en el interior de la muñeca, no estaban dispuestos a llevársela con ellos, por lo que decidieron llevarla al templo Mannenji, en la ciudad de Iwamizawa, Japón. La familia explicó al sacerdote del templo las cualidades sobrenaturales de la muñeca, sin embargo, él monge aceptó cuidar de la muñeca. Todos los monjes del templo comprobaron con sus propios ojos como el pelo de la muñeca seguía creciendo. Cortar el pelo a la muñeca se convirtió como una tarea habitual en el templo, y los monjes colgaban como adorno las fotografías de la muñeca con el pelo de diferentes medidas.
La muñeca continúa estando en el templo Mannenji, custodiada dentro de una modesta caja de madera, y su pelo sigue creciendo. La muñeca embrujada Okiku es conocida en todo Japón, una historia que con el paso del tiempo se convirtió en novelas, películas u obras de teatro.
A día de hoy no está claro el porqué del inusual crecimiento del cabello en la muñeca Okiku. Nadie ha sido realmente capaz de explicar cómo puede ser que su cabello siga creciendo de manera continuada durante casi un siglo. Muchos son los científicos que han analizado las muestras de pelo de la muñeca embrujada Okiku, determinando que el pelo es de origen humano, pero nadie tiene una explicación científica para este fenómeno.
Por el momento, cualquier persona que desee ver a la muñeca poseída Okiku lo puede hacer en el templo Mannenji. Continúa estando en su caja, vestido con su kimono, con su pelo creciendo continuamente, y con la mirada fija en todos los visitantes, tal vez para buscar una forma de regresar a la vida.
Sogen-bi, literalmente, “el fuego de sogen” es un yokai que fue avistado en Mibu-dera en Kyoto. (Mibu-dera también es muy famosa por ser el hogar del legendario Shinsengumi.) Este yokai toma la forma de un vuelo, la quema de la cabeza del sacerdote, sufriendo en agonía.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, un monje llamado Sogen vivió en Mibu-dera. Sogen era un monje malvado, porque robaba dinero de la caja de ofrendas en el templo para mantener por sí mismo. También se robó el aceite precioso, que iba a ser utilizado como una ofrenda para los dioses, y lo vendió en secreto, para obtener el dinero para sí mismo.
Hay muchas leyendas recurrentes sobre Yokai que robaban el aceite de las lámparas. Esto parece un poco extraño para nosotros hoy en día, con nuestras luces eléctricas, las velas son una cosa pintoresca para cuando la energia electrica nos falla, recordemos las ideas de Thomas Edison Haremos Electricidad tan barata que sólo los ricos tendrán el lujo de quemar velas; pero en el antiguo Japón el aceite fue particularmente valioso. Podría ser adquirida a partir de peces o ballenas o retorciéndo las hojas de ciertas plantas, pero no importa de donde vino el tiempo que tomó un montón de trabajo duro para hacer aceite de la lámpara . Fue uno de los bienes más preciados, como difícil de creer como lo es hoy! Por lo tanto, el robo de algo tan valioso como el petróleo era visto como un crimen particularmente atroz, y estas personas malvadas tendrían que pagar el precio en su próxima vida.
Así fue el castigo por sogen. Cuando murió, fue condenado al infierno y reencarnó como este yokai.
Hay algo de moral en esta historia: no robar en su lugar de trabajo. Sé que algunos de nosotros probablemente hamos tomado una hoja de papel, una grapadora o un bloc de notas o algo así, ¿no? Sólo tengamos cuidado de que cuando uno muere no regresar como el viejo sogen lo hizo!.
Muchos recordaremo a Wanyūdo que es parte de los personajes de Jigoku Shoujo que se ha basado en este Yokai para darle vida.
Wanyūdō comenzó su vida hace mucho tiempo como la rueda de un carro de la princesa . El carro estaba siendo atacado por los ladrones, lanzando flechas de fuego contra el. Este se incendia y ek carro cayó a un acantilado, estallando en llamas y matando a todos a bordo. Esta tragedia dio a luz a la Yōkai, Wanyūdō. Fue en este estado, que anda aterrorizando a los aldeanos en la forma de una rueda llameante, con su propia cara llena de sangre, es cuando Jigoku Shoujo lo encontró y contrajo su lealtad. A partir de este momento Wanyūdō es servido de Ai Enma como su transporte desde su puesta en el Infierno a nuestra realidad. También se transformará en el muñeco de paja negro a petición de Ai, su bufanda roja convertirse en el hilo rojo alrededor del cuello de la muñeca.
El AKANAME es un yōkai de la mitología japonesa. Su nombre significa Succionador de inmundicia.
El nombre lo obtiene de AKA- mugre- y NAME- lamer-, ya que la obsesión del Akaname es chupar toda la inmundicia que encuentra en el baño.
Se lo puede encontrar no solo en los baños, sino en las bañeras e incluso inodoros succionando con su larga lengua cualquier desperdicio que esté a su alcance. Generalmente están en baños antiguos y descuidados. En las noches, los sonidos extraños provenientes de baños, puede que en vez de unas cucarachas u otros insectos sea algún akaname.
Es un ser benévolo a pesar de su horrible apariencia y el sonido perturbador que produce su lengua al succionar la inmundicia. Cómo entran y salen a los baños no se sabe, pero qué importa si después de todo te realizan la limpieza.
Akaname es una pequeña yokai, duende habita sólo en los hogares más sucios y baños públicos. Es aproximadamente del tamaño de un niño o un adulto pequeño, aunque generalmente aparece mucho más pequeño debido a su postura hunching ( encordaba ).
Cuenta con una mata de grasa, el pelo viscoso en la parte superior de su cabeza. Su cuerpo está desnudo, la piel grasosa al igual como su cabello.
Akaname vienen en muchos colores y variedades, que van desde un oscuro moteado verde , al color rosa rojizo de escaras.
Vienen en dos variedades de un solo ojo y dos ojos, y pueden tener de uno a cinco dedos en sus manos y pies.
Todo Akaname tienen una lengua extremadamente larga y pegajosa con la que lamen la inmundicia, la grasa, el pelo, y otra suciedad que se encuentra en casas de baño y detrás de los inodoros. Al igual que las cucarachas, ratas, piojos y otras plagas.
Akaname detestan hogares limpios y bien cuidados, y sólo aparece donde los propietarios muestran una total falta de disciplina sanitaria. Son tímidos y mantenerse alejados de los humanos, la dispersión de la luz, como las cucarachas. Se pueden propagar la enfermedad, sin embargo, por lo que es una buena idea para mantener los baños y casas lo suficientemente limpia para que un Akaname no desee establecerse.
El nombre de Jorōgumo es con el que actualmente se le designa a la araña de la especie Nephila clavata, una araña que hace telarañas de gran tamaño que habitan en el archipiélago Japones. Aunque no es venenosa, en tiempos antiguos se creía que tenía un veneno muy poderoso y con cualidades sobrenaturales. Estas horribles criaturas son reconocidas por su tamaño, pero también por sus vivos colores y sus resistentes telas de araña.
Bien Jorogumo es un tipo particular de yôkai, el cual según el mito o la leyenda,se creaba cuando una araña alcanza la cantidad de 400 años de vida, en ese momento la araña ya poseía una gran sabiduría y algunos poderes mágicos como el cambiar su forma o apariencia al de una mujer humana joven y muy seductora.
El modo por el cual se le nombra ah este yôkai, tiene mucha relación con su leyenda pues Jorogumo, puede significar “Unión con la novia”.
El origen de estas leyendas nos remonta a la época/periodo Edo de la historia de japón, y parte del relato común incluso nos cuenta el como esta criatura cazaba a sus presas.
La primera es de ellas es conocida como la dueña de la cascada Joren en Izu, Shizuoka cuando Un joven guerrero el cual entrenaba su concentración meditando debajo de una cascada, al terminar su entrenamiento el guerrero se da cuenta de que sus pies se encontraban atrapados en una fuerte y extensa telaraña, este joven la corta y la pega al tronco de un árbol para apartarla del camino, aunque la telaraña arrastro el árbol completo, más tarde el rumor se corrió y las personas tenían miedo de ir a esa cascada.
Hasta que otro joven un leñador decidió ocupar la madera de los árboles del lugar, pero en un mal uso de su hacha esta cae en las faldas de la cascada, cuando el se lanza por se topa con una joven chica hermosa la cual muy amable se la regresa con la condición de”Que nadie debe saber de ella”, así lo cumple el leñador hasta que una noche ebrio cuenta el secreto y ya nadie lo vio de nuevo.
Curiosamente la “Araña” tal cual en esa cultura como en otras tiende a simbolizar distintas cosas, por ejemplo se sabe que una araña vista de mañana significa “Buena suerte” mientras que una araña de noche es símbolo de “Mala suerte”.
La segunda leyenda que se incluye en el Tonoi-gusa, un joven samurái pasa la noche en un santuario sintoísta antiguo en el que encuentra a una extraña mujer que carga a un niño. La mujer insiste que el niño es de él, pero el guerrero sospecha y ataca a la madre, quien huye y escala al techo. A la mañana siguiente, el samurái inspecciona la azotea, donde encuentra el cuerpo herido de una araña gigante y varios cuerpos de hombres a su alrededor. También se da cuenta que el niño que cargaba era una escultura de piedra que, de haberla golpeado, habría roto su espada.
Otra leyenda es la de el Taihei Hyaku Monogatari, un hombre adinerado llamado Sonroku construye una segunda casa para descansar y dedicarse a leer poesía. Un día una anciana se le acerca y le dice que su hija lo escucha todos los días y se ha enamorado de él, y lo lleva al patio de una extraña casa con muchas puertas. Entonces aparece la joven y le pide tomarla como esposa, pero él la rechaza, pues ya está casado, además de que la mujer pertenece a una clase social muy baja. La insistencia de la mujer es tal que el hombre decide huir, pero la casa desaparece e inmediatamente se encuentra en la entrada de su casa. Un sirviente de Sonroku le dice que había sido un sueño. Entonces se da cuenta que hay un Jorōgumo en el techo y recuerda que la joven pretendía hacerlo sentir culpable de haber intentado matar a su madre, cuando en realidad había intentado matar a una araña con su pipa. Al darse cuenta que son las arañas que se meten en sus sueños, manda a que su sirviente reúna a todas las arañas y telas de arañas y las libere en el campo. Desde entonces no fue atormentado en sueños.
También por otra parte este yôkai esta muy presente en la cultura popular, que se nos refleja por parte del manga y del anime.
Algunos ejemplos de series, en las cuales esta presenta la Jorogumo son: Wicked City,Rosario Vampire, xxxHolic. Siempre en el papel de una hermosa mujer la cual es muy seductora.
Los shinigamis , son personificaciones de la muerte en la mitología japonesa, así pues en el budismo existe la Mara entidad espiritual que hace que los seres humanos tengan deseos de morir, por eso ocurren ciertos accidentes o suicidios logrando así decidir quien vive y quien muere, incluso se ha dicho que su alimento son las almas humanas.
La incógnita de este personaje es su naturaleza, pues no se sabe si es una criatura buena o mala aunque en algunas narraciones se le describe tomando decisiones crueles y horribles. Pertenece a la casta más baja de los dioses y su carácter en si a pesar que tienen que ver con la muerte se denota que poseen un pensamiento neutral en cuanto a la humanidad se refiere.
La dimensión a la que pertenece este personaje esta fuera del espacio y tiempo por eso estos elementos parecen no afectarlo es mas podrían custodiar la puerta de dos mundos en un plano que podría ser el etéreo .
También se le conoce como el dios de la muerte o kami de la muerte, algo que se asemeja a un concepto angelical pero con una triste misión, con la llegada de la cultura occidental, el concepto de Shinigami ha cambiado mostrando diferentes variaciones en las diferentes novelas y libros donde los nombran.
Después de la guerra en Japón el pueblo con sus propias creencias según la región mostro costumbres diferentes para mostrar respeto a los Shinigamis, por ejemplo en Miyajima, tienen la costumbre de que si van a salir o atender a alguien a través de la noche, deben tomar té o comer arroz antes de dormir, porque si lo olvidan un Shinigami los visitara esa noche.
En otros lugares se dice que cada Shinigami tiene nombre y que cada uno de ellos tiene un lugar particular donde espera al humano que muere sea en montaña, ferrocarril, ríos, pues si cuando uno muere y no hay justo ahí un Shinigami que lo pueda llevar a cruzar al otro lado entonces queda como un espíritu o un Shiniban o regresado de la muerte.
Hasta se menciona que hay lugares donde los Shinigamis pueden poseer a un humano, esto por no llegar a visitar a la hora convenida la tumba de Higan o el bourei del fallecido, y esta posesión no lleva a nada bueno.
En occidente idea que todos tenemos de la muerte como una entidad que nos lleva al reposo eterno es la representación de un Shinigami oriental o dios de la muerte, aunque se dice que varían entre ellos, también que el destino de las personas y su muerte están en el Yogacarabhumi-sastra, un escrito en Yogacara, el cual fue escrito por un demonio, junto a este los diferentes dioses de la muerte sirven de guía para los recién llegados.